En consonancia con la reciente clausura del Restaurante "Central", el Alcalde Masías esta determinado ha hacer prevalecer el principio de autoridad en el distrito, denegando la autorización a la feria "El Trigal" que pretendía realizarse en el antiguo restaurante "El Rancho".
No nos queda más que felicitarlo, porque finalmente de lo que se trata es de garantizar la tranquilidad vecinal, evitando convertir a nuestro distrito en una "permanente feria", es desmedro del clamor vecinal, que pugna por vivir en paz.
Y es que la gestión se debe, antes que a cualquier otro interés particular, comercial o gastronómico, A SUS VECINOS. Ellos deben ser los primeros beneficiarios de esta administración municipal, para ellos y por ellos se debe gobernar la ciudad.
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